Vilma Patricia Serrano Coba y sus hijos de 13 y 9 años fueron dados de alta días atrás tras resultar con quemaduras el 16 de noviembre pasado cuando se registró una explosión en su vivienda, en el barrio Santa María de Barranquilla, tras un escape de gas, aparentemente en la calle. 

En su brazo izquierdo, parte de su rostro y espalda se ven aún las quemaduras que recibió la mujer. Ese dolor que sintió en su cuerpo no se compara con la tristeza que la embarga luego de que su esposo Edwar Guzmán Gómez muriera el pasado 20 de noviembre en el Camino Adelita de Char, tras resultar también lesionado en esa misma explosión.

En palabras de Vilma, su esposo “se quemó todo el cuerpo. Lo único que no se quemó fueron las áxilas y las plantas de los pies”.

La mujer narró en detalle cómo ocurrieron los hechos ese fatídico 16 de noviembre.  

“Él se levanta a las 2 de la mañana y me dice: mami, huele a gas. Me preguntó si había dejado la llave de la estufa abierta o el control, yo le dije que no. Fue al baño y dejó la puerta del baño abierta y le dije que la cerrara porque se estaba revolviendo el olor a gas con la del baño. Él la cerró y nos volvimos a dormir”, contó. 

Posteriormente, “a las 5:10 de la mañana suena la alarma para comenzar nuestra rutina. Él se mete al baño, como de costumbre, a bañarse, pone en su celular las alabanzas. A los 5 minutos me levanté yo, me dirijo a la nevera a sacar lo que le iba a preparar de desayuno y cuando yo voy a prender el foco de la cocina es cuando se prenden las chispas. La candela primero llega a mi cuerpo, traspasa la pared de la cocina, buscando los cuartos y el baño”, relató.

Como el gas estaba concentrado dentro de la vivienda al encender el foco esto generó una pequeña chispa que produjo la conflagración repentina.

“En el primer cuarto estaban mis dos niños y en el baño estaba mi esposo bañándose. Él sale del baño corriendo buscando si los niños estaban afuera y es allí cuando vienen los dos niños gritándome “Mami, esto arde, mami, esto arde, me estoy quemando”. Yo me quedé impactada en el momento y a los dos minutos busco las llaves para abrir la puerta para sacar a los niños a la calle”, dijo Vilma. 

La mujer dijo que su suegro  y dos cuñados llegaron para auxiliarlos. Su esposo tenía quemaduras en todo su cuerpo porque en ese momento estaba desnudo bañándose. 

“Mi suegro lo que hace es que saca a mi hija porque tenía ampollas en los pies y la lleva a la sala y mi cuñado saca la moto para llevarnos al Camino Santa María, pero el otro cuñado busca un carro para llevarnos. Gracias a Dios la moto no explotó, porque la teníamos en el pasillo de la puerta”, relató.

Vilma precisó que cuando llegó el cuñado con el carro, ella salió con sus hijos de la casa, pero su esposo se devolvió al baño en busca de una toalla para no irse desnudo. 

“Cuando ya estábamos afuera y nos disponíamos a arrancar yo vi cuando las paredes explotaron. Muchos creyeron que explotaron cuando estábamos dentro, pero eso fue cuando ya estábamos en la calle”, relató Vilma.

Vilma, su esposo y sus dos hijos fueron llevados al Camino Santa María, donde le prestaron los primeros auxilios. 

Cuenta la mujer que en ese centro asistencial se solicitaron ambulancias para remitirlos ante la complejidad de los casos. En primera instancia iban a remitirlos a la Clínica Reina Catalina de Baranoa y de Barranquilla, pero un ingeniero de la empresa donde laboraba Edwar gestionó para que todos fueran atendidos en un mismo centro asistencial. Fue así como los llevaron al Camino Adelita de Char. 

“A las 11 de la noche de ese 16 de noviembre entró a cirugía primero mi esposo, luego mi hijo, después mi hija y por último yo. A mis hijos los remitieron a la UCI pediátrica y a mi esposo y a mí también a la UCI adultos. Mi esposo estaba complicado, tenías quemaduras de tercer grado y hasta se le quemaron las vías respiratorias”, recordó Vilma.  

A pesar de los esfuerzos de los médicos, Edwar murió el pasado 20 de noviembre. 

Otro sufrimiento

El dolor embarga a Vilma y a sus hijos por la muerte de su familiar. Ellos fueron dados de alta, pero deben tener especial cuidados con las quemaduras que recibieron en sus cuerpos, sobre todo los niños, quienes siguen un tratamiento con antibióticos en la casa de sus abuelos paternos y deben permanecer en aire acondicionado para mantener fresca la piel. 

Ahora con la tristeza de la muerte de Edwar, a Vilma y a sus pequeños se le suma otro sufrimiento porque han pasado más de 20 días y aún en Medicina Legal no le han entregado su cuerpo para brindarle cristiana sepultura.   

 “Ya tenemos 22 días. Él muere el 20 de noviembre y ya son 22 días y estamos en Medicina Legal y no nos dan reporte. Nos dicen que tenemos que esperar los resultados de ADN que le hicieron a mi suegro, porque a mi esposo no le encuentran huellas porque a él se le queman y nos dicen aquí, que después que era el primer caso ahora es el último por atender. El resultado no ha llegado. Nos dijeron que estaban en Bogotá, luego en Manizales y luego en Neiva”, contó Vilma. 

Además, dijo en medio de lágrimas  que“ queremos dar sepultura. Esto es un sufrimiento que nosotros tenemos, que mis hijos tienen al ver que su papá aún no está sepultado. Yo estoy sufriendo con ellos porque todos los días me dicen que extrañan a su papá, que por qué no lo hemos enterrado. No sé qué es lo que pasa, que nos entreguen el cuerpo de mi esposo. Ya no puedo más. Mi sufrimiento es muy grande y he tenido muchas fuerzas por mis hijos”.

¿Por qué se produjo la explosión?

Vilma y demás familiares, quienes estuvieron este lunes en Medicina Legal realizando un plantón para que le entreguen lo más rápido posible el cuerpo de Edwar, aseguraron que la explosión se originó por una fuga de gas que venía de la calle y no por la estufa de su vivienda.

Precisaron, el informe que hicieron los bomberos  favorece a la familia porque allí indica que las instalaciones internas de la vivienda que suministra gas a la estufa estaban en buenas condiciones.

El olor a gas, al parecer, provenía de los tubos de desagüe del baño del inmueble, por donde se había filtrado, y según afirmaron los vecinos del sector ya habían reportado a Gases del Caribe un fuerte olor a gas en la cuadra.

“Hallaron tres fugas en la cuadra y otra a la vuelta de la casa. Las arreglaron ahora que ocurrió la tragedia, porque antes se excusaban de que eso no era de sus instalaciones y que el olor provenía de una empresa que queda cerca, en el barrio Las Granjas ”, contó Vilma.

La familia solo espera que antes que finalice el año puedan brindarle cristiana sepultura a Edwar, quien era una hombre atento con su familia, amable, amigable y responsable en su trabajo. El hombre, de 34 años, laboraba como conductor auxiliar en la empresa Alumbrado Público.